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SETH: A pesar de mantenerse incrédulo, sus palabras lo sorprendieron, no esperaba una noticia como esa y en medio de un nuevo viaje. Si lo que afirmó esta mujer era cierto, entonces la única persona en la que podía confiar Seth se había desvanecido. Simplemente llevó su mano hacia su rostro, pasando la misma por su frente, como un pesar. — Sophie… debí imaginar que alguna vez esa mujer haría algo así. — Y automáticamente, hizo una pose pensativa, intentando asimilar todo con la razón. — ¿Tú estás bien? — Le preguntó a la chica, con ligero carácter preocupado y atento, pensando que debería reafirmar su rumbo cuando antes.

SILEA: El metodismo la había asaltado en medio del escape cuando dejó atrás el reino que la había visto crecer, con tal de salvar aunque fuese una mísera parte de él antes de verlo todo reducido a cenizas. Un solo objetivo en mente había trazado su camino con inequívoca precisión, permitiéndole  dar con el joven soberano más temprano que tarde para ponerle sobre aviso de la barbarie que azotaba sus tierras, ya en manos de una déspota. Una vez en presencia del varón, Silea se limitó a ignorar el dolor punzante que la agobiaba en la baja espalda, mirándose las manos con desdén. —No parece tan sorprendido después de todo —replicó, guardándose el "mi Señor" que el resto de la servidumbre pronunciaba para él, incapaz, también, de responder a su pregunta.

SETH: Eran tiempos difíciles para él, definitivamente. Todos pensarían que era injusta su vida, incluso Sophie, quien lo traicionó, pero algo no estaba muy bien que digamos… refiriéndonos a la conciencia de Seth. A decir verdad, algo no encajaba… ¿había perdido su esencia? — ¿Acaso un rey debe preocuparse por pequeñeces como esta, joven? — Fue entonces que su orgullo, el mismo que fue su almohada y colchón durante tanto tiempo aparecieron, demostrándole en palabras a la joven que esto posiblemente fuese poco con respecto a lo que podría pasar. Un poco de fe se encontraba en sus palabras, pero una fe tonta sumada a una gran autoconfianza que estaba de parte del rey. — ¿Tu nombre? — Necesitaba saber el nombre de esta mujer, que por dentro le dio cierto júbilo al saber que alguien puso las manos en el fuego por él.

SILEA: No pudo evitar alzar la mirada hacia él, y anclarla en los ojos ajenos como si su vida dependiese de ello. ¿Acaso había oído bien? ¿O algún estruendo de la batalla que había atestiguado en casa la había dejado sorda? De ninguna manera. La mujer lo fulminó con sus cuencas claras como el hielo, evitando darle paso al leve atisbo de decepción que le atravesó el pecho como una flecha. —¿Pequeñez? Desde donde yo lo veo, usted es tan responsable de esto como ella... —su voz sonaba serena, imperturbable, mientras ni una sola emoción reclamaba las facciones de su rostro lozano— ...o se ha dejado engañar por una artista de primera. Pero esto no viene al caso ahora —¿El mismísimo Rey no había podido preveer que algo así vendría de la única persona en quien confiaba? Silea no daba crédito a sus propias cavilaciones— Debe detenerla —le instó con sincera vehemencia, obviando, otra vez, sus cuestiones— O terminará matándolos a todos...

SETH: Desde su “charla” con Kim, había aprendido algunas cosas que sin duda alguna lo hicieron cambiar de parecer respecto a sus asuntos. A decir verdad, se sentía abrumado, evitando pensar en ello a pesar de las secuelas. Con una postura algo pensativa y mirando en dirección al horizonte, hacia el nuevo destino -que era el reino-, terminó barriendo su mirar hacia los de la contraria. Algo le llamó la atención en sus palabras. — ¿Mmh?... — ¿acaso había oído bien? ¿esta mujer le estaba mangoneando? Por momentos se demostró bastante molesto, pues arrugó su ceño… algo que duró apenas segundos. No solo le dijo qué hacer, algo que lo cabreaba, sino que también le desobedeció: nunca le respondió. — Luego hablaremos de tus modales, ahora iremos para el reino a poner fin a esto. —

SILEA: Los gestos ajenos no pasaron desapercibidos al ojo entrenado de quien se fijaba en los detalles por inercia. Aún así, no reaccionó en lo absoluto y se limitó a esperar a que el monarca tomase una decisión. Si iban a por la empresa suicida de aparecer ante Sophie solos le daba lo mismo que quedarse sin hacer nada y ver caer un reino que poco significaba para ella. Lo cierto es que Silea era una mujer sin estandarte, sin rey, sin hogar. Todo se lo había quitado la déspota en la que el varón había aprendido a confiar, y que de forma tan descarada lo había traicionado. Y allí estaba lo único capaz de cruzar sus destinos, porque si algo podía unirlos era la necesidad de derrotarla. Silea lo observó en silencio un momento, regodeándose de forma involuntaria en su propia desobediencia; acto seguido se interpuso en su camino, impidiéndole dar un solo paso más. —¿Está seguro? —musitó bajo para él, impávida como un centinela inhumano, dejando entrever cierto tono de sugerida preocupación en su voz. No dudaba de él, y tampoco de sí misma: el problema era lo que aguardaba por ellos en territorio hostil— Esa mujer ha matado y resucitado quién sabe a cuántos. Incluido su padre. En el mejor de los casos seremos dos contra un ejército —e hizo una pausa, incapaz de despegar los ojos claros del rostro masculino— Piénselo bien.

[22:52:09] Seth Koller : Era bastante obvio que el orgullo de este joven lo cegaba, haciéndolo parecer alguien tosco a la hora de darse cuenta de las intenciones ajenas. Una personalidad algo desconcertante para Silea, quizá. Seth, de nuevo tomando la iniciativa de ella como una ofensa, observó a la mujer, con toda la seriedad que el momento le podía brindar. — ¿Seremos?... ¿Y quién dijo que tú irías?... No. — Se negó rotundamente. No quería meter a nadie más en el embrollo, y menos que esta chica saliera lastimada por un problema que no le era de incumbencia. — Agradezco que me quieras ayudar, y que incluso vengas hasta aquí para contarme lo sucedido, pero no quiero que te metas en esto, así todo se derrumbe conmigo. — Con su mano izquierda, apartó a la contraria tomándola con suavidad del hombro derecho. Estaba dispuesto a tomar toda la carga para él mismo, toda la responsabilidad. El hecho de saber cuántas personas han sufrido por su padre y por lo que estaba pasando ahora le causaba cierta vergüenza, cierto pavor.
[22:52:10] Seth Koller : Comenzó su caminar con cierta decisión, intentando dejar atrás a la mujer cuyo nombre aún desconocía, que incluso por sus adentros quería saberlo. Le dedicó una última mirada, o al menos, eso se suponía que era, batiendo su rostro a la brevedad para seguir con su rumbo. Con suerte, en dos horas llegaría al reino donde tendría que enfrentar a su pasado. ¿Y si no lo consigue y muere en el intento? pues bien por él.

Menudo imbécil. O tal vez sólo ignoraba cómo estaban dispuestas las cosas, dejando a Silea con el temple al borde del colapso. Tanto tiempo agachando la cabeza por conveniencia, tanto tiempo acatando órdenes y diciendo que sí, traicionándose a sí misma de las formas más rastreras. Pero ése día recuperaría la voz de mando de su propio destino, aún cuando sentía el eclipse de un antiguo acuerdo cerniéndose sobre ella.
—No voy para ayudarlo a usted —replicó con voz monocorde, algo ofendida por la ignorancia ajena, dando por sentado que sí iría a dar de su parte— Voy para cumplir con la palabra de mi padre. Mi compromiso con el reino trasciende la corona, pero que conste que le he avisado porque corresponde que usted intervenga como soberano y como "amigo" de Sophie —e hizo una larga pausa, dando un paso atrás cuando el monarca osó ponerle una mano encima con buenas intenciones. A los pocos segundos ya se encontraba observándolo marchar, dejándola atrás como si fuese un mero lastre, una sirvienta más. Entonces no pudo soportarlo.
—Soy Silea de la Casa Meen'amoth, escolta del Rey por pacto escrito... —dijo en voz alta, alzando la barbilla con cierta altanería— ...y su prometida.

[23:55:06] Seth Koller : —¿Qué? —Mucha información para Seth en esos momentos, quien dio la media vuelta y la quedó mirando a la chica con cara de nada de una manera super estupefacta. Parpadeó ligeramente, intentando comprender aquello. —Lo primero lo comprendo, no me interesa si peleas por mí o por quién sea, ¿pero qué demonios?... —Lo aceptó, no era momento de razonar, pues estaba apurado por cortarle la cabeza a la traidora. Volvió a dar la vuelta, quedándose de espaldas a ella pero parado en el lugar. Su cabeza era gacha, al parecer, sí tenía qué pensar. —¿Y crees que porque me digas eso vendrás conmigo? Ahora tengo más motivos por no dejarte ir. —Con su diestra se limpió la poca transpiración que tenía en su frente, para añadir. Qué momentos eran para él, quien no podía saber qué responder. —Haz lo que quieras, pero yo no te llevaré. No quiero que nadie más se meta en este problema, salvo una persona. —Y fue entonces que de su bolsillo, sacó un móvil y lo llevó a su oreja. Murmuró unas cuantas cosas y luego lo tiró al suelo,
[23:55:08] Seth Koller : pisándolo con fuerzas. Dio la media vuelta, mirándola por última vez con una seriedad y calma totalmente neutra. —Cuídate. —Finalmente comenzó a caminar nuevamente con rumbo al palacio. Había tantas cosas que tenían que ver con él y que no sabía. En cierto modo, le daba algo de temor y curiosidad.

Por un breve instante llegó a tener la esperanza de que aquél reaccionaría, que aceptaría luchar codo a codo con alguien que había dedicado su existencia a una corona que, en ese entonces, parecía no reconocerla como ciudadana. Ni como aliada. Como nada en lo absoluto. Ni siquiera la perorata de "Tengo más motivos para no dejarte ir" le causó impresión alguna. Más bien la evadió con el mismo asco que tendría al esquivar una pila de estiércol, encontrando ofensivo el intento ajeno por protegerla. Si a Silea le llegaron sus palabras de la forma equivocada, no se lo hizo saber, dado que prefirió ostentar la misma máscara pálida y apagada a la que recurría por orgullo en situaciones como aquella. Tenía muy claro de dónde venía, cuál era su propósito y a dónde pensaba ir, por lo que decidió hacer caso omiso de las declaraciones ajenas y mantener el mentón en alto. No dijo nada. No se movió un solo ápice. Lo vio marchar y le dio lo mismo. Mentalmente maquinaba formas de llegar al reino antes que él, de llevarle la ventaja y alivianarle la carga, de degollar a Sophie con sus garras y dar por terminado el calvario. Pero había visto lo que pululaba por las calles repletas de escombros, lo que se arrastraba y lo que corría con furia, lo que clamaba sangre inocente entre alaridos. Miró los restos del móvil con la más gélida de las miradas y comenzó el avance, saliendo del campo visual del soberano con tal de alejarse de él cuanto le fuera posible. Silea decidió volver sobre sus propios pasos, usando el camino más corto mientras reducía las distancias a grandes zancadas. Las dagas oscilaban levemente contra la piel de sus muslos mientras corría, imaginando ya el uso que podía llegar a darles.

[01:32:55] Handsome Jack : Ayy dioses mujer... -se estremecio al escuchar como cerraba la puerta, casi le dolia pero ignoro eso y entro , luego de pasar por la recepcion donde una secretaria rubuia palabreo un poco y finalmente los dejo pasar la ascensor principal hacia las oficinas- aver ¿trajiste tus ganas de romper gente? por que yo seguro traje mi arma -al decir eso se fijo que su arma estuviera cargada y la escondio en su camisa- esto es la regla del negocio uno: Trato con trabajadores corruptos y/o ineficientes -se abrieron las puertas del ascensor y estbaan ya en una oficina principal llena de ancianos discutiendo y hombres gordos de negocios - Bueenos dias! ¿como van los numeros? -pregunto completamente alegre mientras empezaban a llover graficas y papeles.-

—No las traje, las tengo incorporadas —responde por lo bajo, mirándose a sí misma en el reflejo del metal en el ascensor. Ignoró completamente el hecho de que el varón llevaba un arma, dado que confiaba en que él no tendría que usarla en lo absoluto. Se consideraba a sí misma lo suficientemente letal como para amenazar a quien fuera con sólo voltear un par de escritorios y hacer volar alguna que otra silla por la ventana. Siguió a Jack con paso silente como si formara parte del empapelado, dirigiéndoles breves miradas fulgurantes a los empleados que dejaban atrás al pasar. Entonces se acercó un tanto al jefe, lo suficiente como para que éste pudiera escucharla —A tu señal —susurra, abriendo y cerrando los puños, haciendo crujir el cuero blanco de sus guantes.

[02:09:39] Handsome Jack : Bueno señores! la empresa o al menos su pequeña parte de la misma esta mal es como si no superan nada... una empresa es como un hijo hay que criarlo, protegerlo y amarlo y ustedes... carecen de esa experiencia... -seria y decidido mientras decia esto uno de los hombres alzo su voz un poco "pero si yo tengo un hijo..."- Jack se rio un pcoo y contesto rapido- no ese es el chiste ya no, como sea tu el presidente de la mesa Jonny , juance... Juan.. como. .como sea. . ¿que le diras a tu esposa cuando tengas que volver y decirle que te despedi por incompetente?... -El hombre contesto casi desganado "Es Josue y Mi esposa murio este año.."- Obviamente... Jack no iba a esperar mucho- Oh eso.. Tan triste, rompes mi corazon pero el lado positivo... -Levanto rapido su pistola y a travez de la habitacion le dio un balazo en la cabeza.- Al menos compartes algo en comun ahora!! -Jack se rio mientras miraba a Alice- ¿Viste eso? Su cabeza hizo como PFFFFFFTT En la pared jajajah! ahh... dios... Alice, Matalos...

En las pocas semanas que llevaba trabajando para aquél estrafalario ejemplar había tenido muestras suficientes de su peculiar forma de comportarse en toda situación que encontraba incorrecta a sus ojos, por lo que el sonido sordo que hizo el cuerpo muerto del tal Josue no la tomó por sorpresa. Mucho menos la hizo horrorizarse. No reaccionó en lo absoluto, a no ser por el par de pasos que dio junto a Jack para quedar a la par junto a él, observando a los presentes con aire indiferente. "Todos... están...", comenzó a decirse internamente, mientras le arrebataba el arma a su jefe en un impulso que duró lo mismo que un pestañeo. Pensaba redirigir la atención a sí misma y dejarlo fuera de juego, dado que aquél no tendría que defenderse de nadie por los próximos cuarenta y cinco segundos. "Alice, mátalos"...
—...jodidos —susurró en voz alta, terminando la idea que había comenzado a hilvanar. Y de un instante a otro, Alice avanzó con suma agilidad por delante de Jack y en línea recta, cazando a dos empleados por las corbatas y arrastrándolos consigo para iniciar un barrido rápido y así limpiar el terreno. Tiró tan fuerte de las corbatas que rompió una, dejando parcialmente sin aire a su propietario, y desnucó al otro tipo con un fuerte crujido antes de pasar por encima de su cadáver e ir a por el siguiente desgraciado.

[02:34:34] Handsome Jack : Ey mi arma! -Es lo unico que dijo mientras ella se la quitaba, no pudo llegar a decir mucho mas por que ella se puso a trabajar y no hizo mas que tomar una asiento y mirar- ¿Que no te dijeron que esta mal tocarle la pistola a tu jefe?... -Se cruzo de brazos y luego alzo su mano señalando- a ese no, ese gordo sirve aun -espero que ella le hiciera caso o algo asi a menos que se le fuera la mano, el por su parte no iba a hacer mas que esperar para charlar con el que quedaba tampoco queria interrumpir- es como ver un gorila adentro de una cristaleria... y si, tienes buen trasero a esta distancia Alice -haciando la forma de una camara con las manos mirando hacia ella-

—¿Éste no? —se dijo a sí misma, mirando al cerdo que había cazado con los dedos pálidos. Pero en vez de soltarlo y dejarle caer al piso como haría cualquier mortal con corazón, tomó impulso y lo lanzó contra la pared más cercana, en la que quedaría atascado con pedazos de yeso hasta en las orejas. Veinte segundos. No habían mujeres, para su tranquilidad, por lo que podía explayarse cuanto le diera la gana en aquél diálogo que intentaba mantener con aquella panda de inservibles. Gustaba de tocar a una mujer de vez en cuando, pero no precisamente para lastimarla, por lo que agradeció no tener que oír gritos femeninos rogando clemencia por los compañeros golpeados. Veinticinco segundos. Un tipejo con pintas de tener buen estado físico se abrió paso entre los pocos que quedaban, y miró a Alice de arriba abajo con cierto fastidio. Alice no le prestó atención, y observó a Jack justo a tiempo para verle tonteando en el momento menos indicado— ¿Y éste? —inquirió haciendo referencia al grandullón, ajustándose los guantes.

[02:48:53] Handsome Jack : Nope ese no, el que te dije .. ¿que no me prestas atencion? -se acerco al que quedo en la pared, lo miro un poco cruzado de brazos - te dio una paliza ¿no? bueno no te preocupes por ahora no te mueres -se rio apenas y termino por arrastrar una silla hasta en frente de tipo- veras trabajas bien entre todos los inutiles pero .. ahh por ahora quedas vivo, pero si no trabajas mejor volvere y te matare o ella, te dejare elegir.. -le toco la nariz con la punta dle dedo y se puso de pie caminando hacia el ascensor - vamos , Mueve el trasero Alice! -alzo su voz mientras esperaba trabando la puerta del mismo para que no se cerrara - tenemos que irnos ya ya, vamooooosss me hago viejo esperando! -seguia quejandose a vos molesta, obviamente por uqe sabia que eso no le agradaba a ella-

"Ya lo sé, no soy retrasada", le replicó desde su fuero interno, posando la vista en el masacote de músculos que tenía enfrente, quien la observaba con claras intenciones de encajarle un gancho de derecha en la mandíbula. Pero Alice se le adelantó, partiéndole la nariz de un guantazo cargado a corta distancia. El macho fallido cayó hacia atrás entre la consciencia y la inconsciencia, haciendo añicos un elegante escritorio de vidrio y aluminio que hasta pintas de nuevo tenía. Oyó a Jack con cierto desgano, y le dirigió una mirada gélida desde el otro lado de la sala, viéndolo atinar al ascensor con cierta prisa innecesaria— Pero no he terminado. Me has dicho que los mate. No nos vamos hasta que lo haga —y se volteó, importándole tres carajos el apuro del varón. Treinta y nueve. Quedaban tres, sólo tenía dos manos y seis segundos. Pero tenía un ventanal amplio a su favor. Cazó a dos de un ágil movimiento, los volteó y les pasó el antebrazo bajo la barbilla mientras ejercía presión con poco esfuerzo. Avanzó un par de pasos, acorraló al tercero, y de una patada lo lanzó por la ventana mientras oía su grito alejándose cada vez más. Luego vinieron dos crujidos. Cuellos rotos. Y dos sonidos sordos. Los cuerpos cayeron, Alice se acomodó un mechón rebelde de cabello platinado y avanzó a grandes zancadas hasta el ascensor sin mirar a Jack.

02:26:04] Handsome Jack : Mi arma , Calabacita -decia con su mano derecha abierta esperando que se la dieran y la otra fija en su movil por el cual estaba escribiendo algo- No te estreces o te vas a hacer vieja mas rapido y te necesito energica todo el tiempo posible sabes... -Sonaba completamente tranquilo, de hecho esto no era mas que otra tarde de trabajo para el- Ahora ¿tienes hambre? tenemos como 30 minutos libres ¿que dices? -giro el movil en su mano y lo guardo rapido en su bolsillo al terminar de escribir-

Con un ademán rápido, desenvainó el arma que había aprisionado entre el traje y sus caderas, y con el mismo ímpetu se la extendió al castaño sin siquiera dignarse a mirarle. Su vista estaba fija en el contador de pisos, que oscilaba de número en número y titilaba en rojo mientras bajaban con suma celeridad. El estómago se le contrajo en respuesta después de la agitación de la pelea, pero sostuvo la mirada en el contador como si no existiese nada más a su alrededor— No —dijo con voz monocorde, cuando en realidad sentía que podía comerse un puto mamut entero. A saber lo que pasaba por su mente en ese instante.

[02:40:52] Handsome Jack : Okai entonces vamos a comer -alzo los hombros mientras guardaba su pistola, pero antes dijo algo mas- Y no lo hagas de nuevo, en serio no vuelvas a sacarme algo de las manos -no sonaba serio, tampoco bobo como siempre pero al final se salio del ascensor hacia el auto una vez mas- ¿Que dices de tacos? NO! Pretzels! si ,totalmente -espero que subiera al auto para arrancar y conducir por el centro buscando un puesto- Acabo de comprar un pony hecho de diamantes.... -dijo al final casi sorprendido mientras revisaba su movil en una de las paradas de semaforo antes de llegar al puesto-

—Comprendo. La próxima vez haré que atraigas toda la atención y te maten a golpes —dijo con claridad y cierto tono amenazante escondido en la cadencia de su voz. Lo cierto es que había reaccionado rápidamente y con razones más que justificadas, pero no era la primera vez que la intención en sus acciones llegaba tergiversada al destinatario de sus gestos. Y no, no lo volvería a hacer, como quien se quema con fuego y pretende alejarse por siempre de las llamas. Salió de ascensor, subió al coche y giró el rostro hacia la ventanilla con deseos de meterse en una burbuja de vacío. No quería oír nada. Sólo quería recibir la paga del mes y desaparecer por un par de días, hacer añicos el teléfono y cerrar herméticamente la puerta de su apartamento. Entonces suspiró profundamente, haciendo caso omiso de los ponies de diamantes.

[02:53:30] Handsome Jack : Sobre lo que dije no me refiero a un pony decorativo o algo asi ... -pero su telefono sono de repente y Jack de hecho detuvo el auto de repente, se bajo de mismo y se apoyo en la puerta- ¿Que pasa Angel? estoy ocup... Te dije que no , no es el momen.... -Hizo una pausa suspiro casi fastidiado y se froto los ojos.- No! cuando te digo que no, es no y no solo por que soy millonario y tengo casi toda la ciudad para mi si no por que soy tu padre y punto, no llames de nuevo! -Corto el telefono y entro una vez mas al auto para arrancar la marcha, se puso a manejar y ya ni hablo se notaba serio , finalmente llego a un puesto habian pretzels dulces y demas, obviamente se bajo y pidio un par de esos, no iba a entrar al auto de nuevo casi esperando a que ella salga- no te preocupes, yo pago. -fue lo unico que dijo mientras el comia uno -

—¿Qué edad tiene? —fue lo único que alcanzó a decir cuando bajó del vehículo, luego de haber estado el resto del trayecto completamente callada. Había notado el cambio en Jack, pero en vez de agravar ese giro en su humor, sólo quería buscar conversación con algo menos trivial que un puto pony. Tomó el pretzel con una mano pálida y fría, asintió con la cabeza a modo de escueto agradecimiento y comenzó a caminar en dirección a la orilla de la acera. Se sentó allí cual vagabundo, cuidando el coche con el rabillo del ojo y cruzando las piernas a lo indio con despreocupación.

03:07:16] Handsome Jack : 18 -Dijo mientras comia poco (o mejor dicho nada) preocupado por los modales de comer, al decir eso empezo a ladear su cabeza y se escucho el cuello sonar apenas Jack suspiro y volvia la mirada- ¿Vez? nada mejor que comer luego de un trabajo, llena el alma ... y el estomago -se rio apenas pero al final ... no , no estaba de humor como siempre- bueno no se nada de ti ¿que tal si cuentas algo al jefe? -Saco el movil, vio algo rapido y lo guardo para apoyarse en el puesto ,tranquilo y mirandola nada serio pero "normal" o al menos lo suficiente para ser el.-

"Edad problemática", pensó. Inclinándose levemente hacia adelante mientras mordisqueaba el pretzel como una ardilla de grotescas proporciones, Alice fijaba la vista en el perfecto contraste que creaban sus botas blancas sobre el asfalto oscuro de la calle. Por un instante sintió el impulso absurdo de sentir la textura lisa pero irregular del pavimento, y desistió en cuanto percibió el aire inquisitivo de su jefe. —A los dieciocho gané mi primer pelea de forma legal —musitó indolente, sintiendo sumamente lejano un recuerdo tan fresco como aquél. Ciertamente se le había avejentado el espíritu— ¿Es una chica? —preguntó de repente, cambiando de tema tan bruscamente como lo dictaba su curiosidad.

[03:18:04] Handsome Jack : Eso es algo ... -Menciono, casi sorprendido por que a los 18 años el era solamente un programador de los mas bajos niveles de Hyperion , realmente le acababan de sorprender- Si, lo es una chica que de repente es independiente -menciono mientras que volvia su mirada hacia el auto, se rio apenas- entonces tu primera "legal" suena a que antes ganaste otras ¿no? -era obvio que le gustaba saber mas de las otras personas y en especial de la que rompia a otras personas solo con las manos-

—Sí —replicó, antes de pegar otro mordisco a su comida. Se tomó su tiempo para masticar, y poco después retomó el brevísimo relato— La primera pelea que gané en mi vida fue contra mi padrastro. Aunque no cuenta como pelea. Fue defensa personal, más bien —y le dio otro mordisco al pretzel, repitiendo el procedimiento de manera tan casual que discordaba con el tono de sus palabras.

03:28:21] Handsome Jack : Claro la defensa propia es la mejor clase de defensa -Bueno tecnicamente si... pero aun que lo dijera en modo de broma una parte de su vida o gran parte fue "defensa propia" pero mas que nada para los jueces, al final solo termino el pretzel y se rio- Hace rima con tu apellido -nego con la cabeza y volvio al auto para sentarse y exclamar- No mas trabajo por hoy! te llevo a tu casa o a donde sea , eres libre por hoy Alice -Quizas se le escapo o algo asi pero no le dijo ningun apodo o algo asi, por primera vez.-

La ocurrencia ajena no contó como chiste, aún cuando la similitud entre ambas palabras sí resultaba evidente. Pero de cierta forma accedió en silencio sin molestarse, asintiendo con la cabeza con aire distraído. Se puso de pie, tiró en la basura el último bocado de comida y se metió en el coche, agradeciendo internamente el poder volver a su refugio. Y entonces lo notó. Ningún calificativo irrelevante salió de boca de Handsome Jack cuando se dirigió a ella, pero como la rubia creyó conveniente no hacer de ello la gran cosa, terminó no reaccionando en lo absoluto. —Yo lo maté —dejó escapar en voz baja, mirando por la ventanilla como de costumbre, con los ojos negros perdidos en la calle.

[03:39:38] Handsome Jack : Bienvenida al club del Patricidio entonces -se rio apenas al escuchar eso, de hecho le causo gracia pero no se rio por que .. Ne- Bueno ¿A donde? literalmente no tengo idea donde vives -agrego al final aun sin arrancar el auto, por que si llegaba a ser para el otro lado iba a quedar como un tarado que arranco sin saber para donde es que vivia- solo espero que vivas en una zona habitable donde no tenga que cruzar la frontera o algo asi ..

Incapaz de encontrarle la gracia a sus propias palabras, volteó el rostro y observó a Jack como quien mira una pintura de arte moderno e intenta comprender qué tiene de especial un maldito cuadrado rojo. Pero desistió en cuanto le oyó hablar una vez más, y salió del coche sin mucha ceremonia— Me voy a pie —le dijo a través de la ventanilla abierta, metiendo las manos en los bolsillos por acto reflejo— La comida estaba buena— e incapaz de cumplir con las normas sociales estándar, echó a caminar a paso acelerado hasta perderse entre la muchedumbre.